El amor celebra el orgullo genuino y nuestras perfectas imperfecciones.
Sabor se identifica con nuestras raíces mexicanas honrando las idiosincrasias culturales y el caos que desatan la creatividad. Esta tendencia habla de nuestro verdadero “yo” y no la fachada que nos presentan las redes sociales, lo que crea las condiciones perfectas para que algo mágico suceda. Nuestros espacios se convierten en expresiones únicas de las experiencias ya vividas.
El ingenio improvisado y la prolífica colaboración con los artesanos dan lugar a un diseño nativo, sin filtros y atractivo.
Sabor reconoce el oficio, el talento y el significado de las técnicas artesanales mexicanas. El águila bordada en los tejidos tradicionales simboliza la independencia y el orgullo nacional. El barro de Ticul y la piedra de tezontle, con superficies rugosas por sus impurezas, celebran las imperfecciones; mientras que el agave y el nopal dan paso a nuevas generaciones de bioplásticos locales.
Sabor fomenta la colaboración y nos facilita el sentido de pertenencia.
Ideas motivadoras refuerzan el trabajo en equipo a través de colores que nos conectan con el entorno cultural creando experiencias únicas. La intensidad de estos tonos ricamente saturados y especiados en contraposición con tonos orgánicos más neutros y familiares estimulan la diversión, infundiendo confianza para la autoexpresión y el aprendizaje en un entorno reconfortante. Las piezas artesanales locales nos traen experiencias ya vividas y aportan un sentido de arraigo a nuestros hogares.
Ingeniosa, Nativa, Honrosa, Arraigada
Nuestros sentidos se despiertan mediante la experiencia. Con combinaciones de colores tonales en superficies texturizadas (combinando lisos y mates) se crea una estética intrigante y sutil. Los aromas amaderados y especiados dentro de estos espacios privados refuerzan la experiencia.
La luz natural juega un papel importante en la utilización de estructuras sin pulir. Dentro del diseño de una habitación podemos animarlo creando la impresión de vida y movimiento visual.
Nuestro color del año 2022 es Nectarina 317-02, una llama naranja intensa que simboliza un renacimiento y un despertar a la universalidad del amor incondicional. Como el Ave Fénix, nos levantamos más fuertes y feroces en nuestro compromiso de hacer las cosas de manera diferente por la humanidad y nos activa a mejorar el mundo para todos y no sólo para unos cuantos.
Al unir psicológicamente el “yo” físico con el “yo” emocional, el color Nectarina 317-02 nos hace vibrar, nos permite expandir nuestras mentes e integrar la diversidad a nuestras vidas, ayudándonos a sentirnos más saludables y más felices. Nectarina nos mueve a aceptar el amor genuino y verdadero por nosotros, por quienes nos rodean, por nuestro planeta y más allá.
Ya no somos los mismos. Ahora tenemos un mayor entendimiento de quienes somos, sobre nuestro planeta y cómo el color puede
ser un poderoso instrumento para el cambio. Internalizamos los cambios que el color hace y nos ayuda a conectarnos con nuestro yo verdadero. Esta nueva forma de ser, nos motiva a aplicar nuevas enseñanzas para mejorar nuestras vidas.
Las paletas de color para el 2022 de ColorLife buscan un balance entre lo humano y un activismo más positivo. Exploran las intensas y profundas gamas del azul y el verde, experimentando con un púrpura muy visionario mezclándolo con tonos fluorescentes. Esta temporada le damos la bienvenida a nuevos tonos artesanales que son fuertes y jocosos. Estos tonos nos rodean en un abrazo amoroso con un rosa intenso y un naranja encendido.
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